El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, calificó al cártel de Sinaloa, con sede en México, como “la más grande, violenta y prolífica operación de tráfico de fentanilo del mundo”, a través de un comunicado que acompañó a las amplias acusaciones que involucran a sicarios, jefes de cárteles, y proveedores como Rubio y Wu. Ana Gabriela Rubio, quien fue detenida el 17 de marzo por agentes de la policía nacional civil de Guatemala, era la encargada de gestionar importaciones ilegales y entregas de sustancias para la fabricación de drogas al cártel. Rubio sostenía conversaciones para la compra de estas sustancias con Wu Yongaho, un representante de ventas del proveedor de productos químicos Wuhan Shuokang Biological Technology Co Ltd.
Las autoridades chinas han negado en repetidas ocasiones la existencia de algún vínculo entre China y el fentanilo ilícito. No obstante, las pruebas de la relación existente entre el cártel de Sinaloa y las entidades chinas no son nuevas. Lo anterior debido a que, la Administración para el Control de Drogas (DEA), el FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y el Ejército, han rastreado y monitoreado cadenas de suministro y redes de lavado de dinero del cártel desde su expansión a China desde casi una década. Pero, a diferencia de sus predecesoras, las organizaciones chinas de lavado de dinero poseen un modelo de negocio que evita el alcance de las órdenes judiciales estadounidenses mediante aplicaciones cifradas como WeChat, ofreciendo a los cárteles “un cierto nivel de comodidad”.
Conoce la noticia principal:
CAMBIO 22. (2023, 18 de mayo). La Ruta China-México del Fentanilo: Cada Vez Más Sofisticada y Mortal.
Otras fuentes relacionadas:
The Guardian. Doherty, J. (2023, 18 de mayo). The China-Mexico fentanyl pipeline: increasingly sophisticated and deadly.