Empresas chinas acumulan más de medio millón de hectáreas en concesiones mineras en Nicaragua
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El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha consolidado una alianza económica cada vez más estrecha con China, y la minería se ha convertido en uno de los principales ejes de esa cooperación. Entre 2023 y 2025, el gobierno nicaragüense ha entregado más de 500.000 hectáreas en concesiones mineras a empresas chinas, según datos oficiales analizados por el medio Confidencial.
En total, 503.562 hectáreas, equivalentes a más de 5.000 kilómetros cuadrados, se encuentran hoy bajo control de ocho compañías chinas, lo que representa una de las mayores expansiones mineras de capital extranjero en la historia reciente del país. Entre las principales beneficiarias destacan Zhong Fu Development S.A. (181.254 ha), Thomas Metal S.A. (127.480 ha), Brother Metal S.A. (59.564 ha) y Waslala Mine S.A. (49.950 ha), que concentran las mayores áreas en las regiones del Caribe Norte, el Triángulo Minero y el centro-sur de Nicaragua.
Estas concesiones otorgan derechos exclusivos de exploración y explotación, así como autorización para construir plantas de procesamiento y fundición. Varios de los contratos se ubican en zonas ambientalmente sensibles, incluyendo territorios indígenas y áreas de reserva natural, lo que ha encendido las alertas de organizaciones ambientales y comunitarias.
De acuerdo con ambientalistas y exfuncionarios del extinto Centro Humboldt, la política minera del gobierno nicaragüense responde a una estrategia de “cesión acelerada de recursos naturales a socios geopolíticos”, especialmente China, sin mecanismos de transparencia, consulta pública o estudios ambientales rigurosos.
Los proyectos se enmarcan en la expansión de la cooperación China-Nicaragua tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas en 2021. Desde entonces, Pekín ha firmado acuerdos con Managua para promover la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), inversiones en energía, infraestructura y ahora minería. El sector aurífero, que ya es el principal producto de exportación del país, se ha convertido en una fuente clave de ingresos para el gobierno, aunque bajo fuerte cuestionamiento internacional.
Datos del Banco Central de Nicaragua muestran que las exportaciones mineras crecieron un 20% en 2024, alcanzando 1.391 millones de dólares. Sin embargo, los beneficios fiscales y sociales son opacos. Diversos reportes señalan que gran parte de las regalías se canalizan directamente hacia el Estado sin auditorías independientes, mientras las comunidades afectadas denuncian contaminación de ríos, deforestación y pérdida de medios de vida.
Analistas regionales advierten que el avance chino en la minería nicaragüense forma parte de un patrón más amplio en América Latina y el Caribe: la búsqueda de acceso directo a materias primas estratégicas; oro, cobre, litio y tierras raras, para asegurar el suministro a su industria tecnológica y energética. En el caso nicaragüense, este proceso ocurre en un contexto de aislamiento político internacional del régimen Ortega-Murillo, lo que facilita acuerdos bilaterales sin escrutinio público.
Con más de medio millón de hectáreas bajo control de capital chino, Nicaragua se consolida como uno de los principales puntos de expansión minera de China en Centroamérica, en un escenario marcado por el deterioro ambiental, el cierre del espacio cívico y el fortalecimiento de vínculos geopolíticos entre Managua y Pekín.
Nota principal:
Empresas chinas en Nicaragua superan las 500 000 hectáreas en concesiones mineras – Confidencial
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