Los tratados de libre comercio (TLC) han sido una herramienta clave en la expansión de las relaciones económicas entre China y América Latina

Las complejidades de estrechar lazos comerciales entre China y Latinoamérica

Los tratados de libre comercio (TLC) han sido una herramienta clave en la expansión de las relaciones económicas entre China y América Latina

Foto: Pixabay.

En la última década, China ha consolidado su posición como uno de los principales actores económicos en América Latina, convirtiéndose en el segundo socio comercial más importante para la región, solo por detrás de Estados Unidos. De acuerdo con el análisis de Dialogue Earth, Mesa redonda: Ecuador, China y los TLC en Sudamérica, este ascenso se refleja en las cifras de comercio bilateral, donde China se ha convertido en el principal destino de las exportaciones de muchos países latinoamericanos.

El auge de las relaciones económicas entre China y América Latina se ha sustentado en gran medida en la exportación de materias primas y recursos naturales. Productos como el petróleo, el cobre, la soja y otros productos agrícolas han representado la mayor parte de las exportaciones de la región a China en los últimos años. Esta dependencia de las exportaciones de recursos naturales plantea desafíos para la diversificación económica y el desarrollo sostenible en América Latina.

Los tratados de libre comercio (TLC) han sido una herramienta clave en la expansión de las relaciones económicas entre China y América Latina. Hasta la fecha, China ha firmado TLCs con 29 países, tanto de forma bilateral como regional. Estos acuerdos han generado un aumento significativo en el comercio bilateral y las inversiones, pero también han suscitado preocupaciones y debates en los países involucrados.

Por ejemplo, para el caso de Chile, uno de los primeros países en firmar un TLC con China en 2005, se ha experimentado un crecimiento sustancial en el comercio bilateral. Sin embargo, la dependencia económica de Chile respecto a China, donde casi el 40% de sus exportaciones se dirigen, plantea preocupaciones sobre la vulnerabilidad del país ante un posible enfriamiento de la economía china. A pesar de los beneficios económicos obtenidos, como el crecimiento del comercio y las inversiones, expertos advierten sobre la necesidad de diversificar la economía chilena para reducir la dependencia de un solo mercado.

Otro de los casos destacados por Dialogue Earth es el peruano, quien ha experimentado un superávit comercial y un aumento en las exportaciones, especialmente en sectores como la minería y la pesca. Sin embargo, el ingreso masivo de prendas de vestir a precios bajos ha afectado al sector textil, con más de 90 mil pequeñas empresas peruanas afectadas. Además, las inversiones chinas en infraestructura y energía plantean desafíos en términos de protección ambiental y desarrollo sostenible. A pesar de algunos beneficios para las pequeñas y medianas empresas peruanas debido a los bajos aranceles, se necesita una mayor capacidad productiva y una orientación clara para impulsar la innovación.

Por su parte Ecuador, el último país en aprobar un TLC con China, espera generar empleos y aumentar su oferta exportable. A pesar de ello, existen preocupaciones sobre el impacto en sectores sensibles de la economía, como la agricultura y la producción local, así como inquietudes ambientales. La ausencia de un capítulo ambiental en el acuerdo ha generado críticas y preocupaciones, especialmente en un país con una rica biodiversidad y recursos naturales, para locaciones como la Mina Mirador y el bloque ITT del Parque Nacional Yasuní. Frente a esto, los análisis advierten sobre los posibles costos ambientales y sociales del TLC y la necesidad de establecer mecanismos de protección adecuados para evitar la competencia desleal y garantizar que los beneficios se distribuyan de manera equitativa.

Esto significa que aunque los TLCs con China han proporcionado beneficios económicos significativos para América Latina, también plantean desafíos en términos de dependencia económica, diversificación, protección ambiental y desarrollo sostenible. 

Es crucial que los países de la región aborden estas preocupaciones y busquen un equilibrio entre el crecimiento económico y la preservación del medio ambiente y los derechos sociales. La cooperación internacional y el diálogo entre todos los actores involucrados son fundamentales para garantizar que las relaciones económicas entre China y América Latina sean mutuamente beneficiosas y sostenibles a largo plazo.

Conoce la fuente principal:

Mesa redonda: Ecuador, China y los TLC en Sudamérica  | Dialogue Earth (2024, abril 19)

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