El ajedrez diplomático entre China y Guatemala
Los aliados de Taiwán en Latinoamérica se pueden contar con los dedos de una mano: Paraguay, Belice, y Guatemala. No son grandes potencias de la región, pero comparten un fuerte vínculo y un largo historial de relaciones con la isla de Taiwán. No obstante, el mero hecho de tener un acercamiento con Taiwán es razón suficiente por la cual tener encontronazos diplomáticos con la República Popular China (RPCh).
A finales de mayo, las autoridades chinas retuvieron varios cargamentos de café y macadamia procedentes de Guatemala sin dar aparentes explicaciones, algo que expertos y medios locales aseguran fue una represalia por el apoyo de Guatemala a Taiwán.
Diez días antes, el canciller guatemalteco, Carlos Ramiro Martínez, estuvo presente en la toma de posesión del nuevo presidente taiwanés, Lai Ching Te – quien, ese mismo 20 de mayo, sostuvo también una reunión virtual con el presidente guatemalteco Bernardo Arévalo.
El gremio exportador de Guatemala denunció la retención de sus productos por las autoridades chinas, y, acto seguido, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, criticó al país centroamericano por mantener relaciones diplomáticas con Taiwán, e instó a las autoridades guatemaltecas a arrimarse más a Pekín.
Wenbin le dijo a la agencia AFP que “espera” que los líderes guatemaltecos “tomen la decisión correcta, y pronto, en beneficio de su pueblo”.
En los últimos ocho años, Taiwán ha perdido al menos 10 de sus aliados internacionales, quedándose solo con 12 socios, entre los cuales Guatemala y Paraguay son de los más destacados.
Guatemala, sin embargo, mantiene su firme postura de apoyo a Taiwán, pero el gobierno de Arévalo – quien asumió el cargo en enero – también confesó que buscaba un mayor acercamiento con Pekín.
“Vamos a seguir trabajando con Taiwán a los niveles que lo hemos venido haciendo, pero el presidente ha señalado que no podemos ignorar el peso y el poder que representa China”, confesó el canciller guatemalteco Martínez en una entrevista a Reuters en febrero de este año.
“Estamos interesados en acercarnos a ellos para tratar de desarrollar alguna relación en torno al comercio”, dijo Martínez, afirmando que esto podría verse reflejado en el establecimiento de una “oficina de intereses comerciales” para facilitar el acceso a productos guatemaltecos al mercado chino. Sin embargo, Martínez aseguró que este posicionamiento no es “una emboscada contra Taiwán”.
La postura de Guatemala refleja la compleja realidad geopolítica que implica mantener relaciones diplomáticas con Taiwán mientras se busca un acercamiento comercial con China. Este delicado acto de equilibrio democrático se realiza bajo la atenta mirada de China, en un contexto regional mayoritariamente alineado con Pekín.
El reciente bloqueo de cargamento guatemalteco por parte de China no representa la primera disputa que han tenido ambos países en tiempos recientes. En abril de 2023, China arremetió contra el entonces presidente guatemalteco Alejandro Giammattei por su visita a Taiwán.
En aquel entonces, el Ministerio de Relaciones Exteriores chino acusó a Guatemala de “ayudar al tirano” y al gobierno de Giammattei de actuar en defensa de “sus propios intereses egoístas” y en contra de los deseos del pueblo guatemalteco.
La actuación y las recomendaciones de las autoridades chinas no han generado aún una reacción o declaración oficial por parte de la presidencia de Arévalo – y el cargamento sigue varado en territorio chino. Según organizaciones empresariales guatemaltecas, la falta de exportación de estos dos productos – café y macadamia – a lo largo del año resultaría en una pérdida de US$30 millones en ingresos.
La narrativa china al respecto es una clara evidencia de las formas de presión que ejerce Pekín sobre los aliados de Taiwán con la intención de que se cambien de bando.
Y es algo que ya está teniendo cabida dentro de los círculos mediáticos guatemaltecos, añadiendo más presión externa sobre el gobierno de Arévalo.
La periodista Claudia Menéndez, del influyente medio Con Criterio, criticó al canciller Martínez por asistir a la inauguración del presidente taiwanés, afirmando que su viaje violaba el principio de Una Sola China – algo a lo que Guatemala no se suscribe al no tener relaciones diplomáticas oficiales con China.
Menéndez recientemente visitó China en un viaje financiado por el gobierno chino y ahora se espera que promueva públicamente la agenda de Pekín.
Empresas chinas como Huawei y Lenovo están aumentando su presencia comercial en Guatemala y actuando como lobby. Huawei ha intentado comercializar sus tecnologías, e hizo donaciones importantes al gobierno de Giammattei. Sin embargo, el presidente Arévalo ha rechazado ofertas similares provenientes de Huawei debido a preocupaciones sobre la empresa y vulnerabilidades digitales.
Honduras y Panamá, son dos casos donde el cambio de reconocimiento fue negociado tras bastidores y se notificó públicamente una vez que ya era un hecho, dándole pocos días a los Taiwaneses para que se fueran del país, fue un desastre en ambos casos. Si bien Arévalo no ha dado señales de un potencial cambio de postura (la actual presidenta hondureña Xiomara Castro durante campaña electoral dijo que no cambiaría de posición frente a Taiwán, hasta tuvo delegados taiwaneses de altísimo nivel en su inauguración), una negociación secreta no es descartable en el caso de Guatemala.
Las relaciones comerciales de Guatemala con China, aunque crecientes, enfrentan limitaciones debido a la falta de acuerdos formales entre ambos países – algo que puede llevar a barreras administrativas y retos regulatorios para empresas tanto guatemaltecas como chinas. Sin embargo, el comercio sigue siendo significativo y muestra el interés mutuo en mantener y desarrollar estos lazos.
En 2023, Guatemala exportó US$82 millones a China, mientras que las importaciones desde China alcanzaron US$4,122.3 millones. Entre enero y abril de 2024, Guatemala ha exportado US$21.1 millones a China y ha importado US$1,383.1 millones – cifras significativas.
Por otro lado, en 2023 Guatemala exportó alrededor de US$112 millones a Taiwán – con quien tiene firmado un tratado de libre comercio desde 2006 – mientras que las importaciones desde Taiwán fueron de US$227.3 millones el año pasado. Entre enero y abril de 2024, las exportaciones guatemaltecas a Taiwán alcanzaron US$33.3 millones y las importaciones sumaron US$53.4 millones.
No obstante, según The Diplomat, el gobierno de Arévalo también se enfrenta a presión interna y doméstica para establecer relaciones diplomáticas con la RPCh.
En un reciente artículo, The Diplomat asegura que miembros del mismo partido de Arévalo, el Movimiento Semilla, consideran que reconocer a Pekín podría brindarles mayor apoyo en el Congreso, donde son minoría. Mientras que la oposición derechista y ciertas élites guatemaltecas, descontentas con la presión estadounidense, ven en China una forma de contrarrestar futuras acciones respaldadas por EE.UU.
El futuro de las relaciones de Guatemala con Taiwán y China dependerá en gran medida de la evolución de la política exterior bajo la administración de Arévalo y sus sucesores. Si bien la postura actual es clara, las dinámicas internacionales y regionales podrían cambiar, influenciando las decisiones futuras.
En el corto plazo, es probable que Guatemala continúe beneficiándose de la asistencia y el apoyo de Taiwán. Sin embargo, a medida que la influencia económica de China siga creciendo, Guatemala podría verse en la necesidad de reevaluar su postura.
“El asunto de Taiwán” no sería un problema si Estados Unidos dejara de apoyar y abogar por el reconocimiento de Taiwán para hacerle un contrapeso regional a la RPCh. No es coincidencia que el último bastión de países que aún reconocen a Taiwán están en el Caribe.
Las relaciones con Taiwán otorgan a Guatemala – un país más pequeño, más pobre y opacado regionalmente por sus vecinos con vínculos a Pekín – el respeto que valora. Simplemente, para Taiwán, Guatemala es importante y lo demuestra actuando como un buen socio. Sin embargo, para China, Guatemala – como cualquier otro país que favorezca a Taiwán – solo es relevante para debilitar a Taiwán.
La relación que tiene Guatemala con Taiwán ofrece beneficios materiales; aunque tienen un claro límite y puedan llegar a ser mucho menores que las posibles inversiones y préstamos chinos. Para un país pequeño, las oportunidades de ser reconocido como jugador importante a nivel internacional son escasas, y por lo tanto el estatus que ofrece Taiwán puede ser atractivo para pequeños países.
Por ende, dado que Taiwán sabe que no puede contar con el reconocimiento diplomático de las grandes potencias, busca estatus entre los pequeños y presta mucha atención a sus aliados restantes.
La clave para Guatemala será encontrar un equilibrio que maximice los beneficios económicos y diplomáticos sin comprometer sus principios.
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