Expertos advierten de peligros de comprar material militar a China
China está intensificando sus esfuerzos para ampliar su influencia en Latinoamérica enfocándose en la venta de equipos militares a países con los que comparten una alineación económica y política, de acuerdo con la revista Diálogo Américas.
Este enfoque ha sido criticado por diversos analistas, quienes destacan la baja calidad y problemas técnicos del equipamiento militar chino.
En el primer trimestre de 2024, el Comando de Defensa Aeroespacial Integral de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela recibió un sistema antidrones de China. Este sistema está diseñado para detectar y neutralizar drones, interfiriendo con sus frecuencias de transmisión y control, según el portal argentino Pucará Defensa.
“China ha aumentado su participación en el entrenamiento y comercio de armas en Latinoamérica durante los últimos años, centrándose en países como Venezuela, Cuba y Bolivia”, explicó Fabián Calle, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Austral de Argentina, en una entrevista con Diálogo. “Este desarrollo tiene implicaciones geopolíticas y de seguridad significativas para la región”.
China ha intentado atraer a los países de la región mediante préstamos, precios bajos y promesas de transferencia de tecnología. Sin embargo, muchos de estos acuerdos han resultado ser incompletos, según el sitio de noticias de defensa Infodefensa.
“La entrada de China en el mercado militar de la región comenzó con ayuda no letal, como uniformes y equipos médicos, y formación en academias militares chinas”, detalló Calle. “Posteriormente, ampliaron su oferta para incluir aeronaves, buques y transportes de tropas”.
Evan Ellis, investigador del Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército de EE.UU., destacó los problemas que los países latinoamericanos han enfrentado con el armamento chino. “En 2022, al menos cuatro cazas K-8W comprados por Venezuela a China se estrellaron debido a defectos y errores en los manuales técnicos. En Bolivia, dos de los seis K-8W también se estrellaron”, señaló en un informe.
Más allá del armamento, China también está expandiendo su influencia en el sector aeroespacial. El 19 de marzo, una delegación china firmó acuerdos de cooperación espacial con Nicaragua, de acuerdo con el gobierno de Daniel Ortega.
De igual forma, en septiembre de 2023 Venezuela y China firmaron un memorándum de entendimiento para cooperar en el procesamiento y análisis de imágenes satelitales, informó la Cancillería venezolana.
A pesar de los intentos de China por vender su equipo militar, los países latinoamericanos han optado por otras alternativas en el mercado. En abril, Argentina decidió comprarle a Dinamarca 24 aviones F-16 por US$300 millones, prefiriendo los sobre los JF-17 chinos, que cuentan con problemas estructurales y de motor, de acuerdo con Diálogo.
“China ofrece armamento a precios atractivos, pero hay serias dudas sobre su calidad y fiabilidad, así como sobre la cadena logística necesaria para su mantenimiento”, advirtió Calle. La falta de compatibilidad tecnológica y la dificultad para obtener repuestos son problemas comunes con el equipo chino.
“Los gobiernos latinoamericanos deben ser cautelosos al aceptar estos productos, ya que a menudo resultan inadecuados para las necesidades de sus fuerzas armadas, llevando a costosas inversiones en equipos sin uso efectivo”, concluyó Calle.
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