Presidente Gustavo Petro visita China para avanzar las relaciones sino-colombianas
En un importante movimiento diplomático, el presidente colombiano Gustavo Petro aterrizó en la República Popular China ayer para una visita oficial, la primera del mandatario colombiano al país asiático. De acuerdo con ambos países, la visita tiene como objetivo fortalecer los lazos diplomáticos y fomentar colaboraciones en diversos ámbitos.
El comercio, como en el resto de América Latina y el Caribe, ha sido un motor significativo en la relación sino colombiana. En los últimos años, se ha visto un acercamiento tanto económico como diplomático entre ambos países, convirtiendo al país asiático en el segundo socio comercial de Colombia en términos de exportaciones y en el primer origen de importaciones del país. Colombia exporta recursos claves como carbón, petróleo y productos agrícolas a China, mientras que los productos electrónicos y bienes de consumo chinos han dejado su huella en el mercado colombiano.
El intercambio comercial entre ambos países en 2022 alcanzó un total de unos 18.165 millones de dólares. Colombia exportó bienes y servicios por un valor de 2.165 millones de dólares a China, mientras que las importaciones desde el país asíatico ascendieron a 16.000 millones de dólares, según cifras del gobierno colombiano.
De igual manera, en septiembre, ambos países pactaron un acuerdo para la exportación de carne bovina colombiana a China. Ello le abre el mercado chino a unas 300.000 familias ganaderas colombianas, según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Se estima que a raíz del acuerdo Colombia podría llegar a exportar unas 50.000 toneladas de carne a China en el próximo año.
Fortalecimiento comercial
El continuo fortalecimiento de los lazos económicos entre ambas naciones se sitúa en lo más alto de la agenda. Colombia busca capitalizar el apetito voraz de China por sus recursos naturales mientras apunta a diversificar su cartera de exportaciones.
El embajador chino en Colombia, Zhu Jingyang, dijo a principios del mes que “la intención es que China pueda acoger más productos colombianos y se desarrolle el proceso para que más productos tengan accesibilidad en el mercado chino”.
Después de más de un año en la Casa de Nariño, la visita de Petro a China parece llegar algo tarde, especialmente tomando en cuenta la importancia que el presidente colombiano le ha venido dando al país asiático desde el principio de su mandato.
Se espera que la visita del Presidente Petro a Pekín tenga una agenda multifacética, aunque de momento sigue siendo algo enigmática. Desde la Cancillería de Colombia han dado pocos detalles públicos sobre la agenda del mandatario colombiano, pero ya ha habido algo de fricción entre Petro y su homólogo chino Xi Jinping en relación a la intención de Petro de abordar el tema del metro de Bogotá, algo que Xi Jinping asegura no se tratará en la visita de Petro al país, ya que lo considera un tema entre empresas privadas y la alcaldía de Bogotá y no un asunto estatal.
Además, la visita tiene como objetivo sentar las bases para futuras inversiones y proyectos de infraestructura en Colombia a través de la posible entrada de Colombia en la Iniciativa de la Franja y la Ruta (la BRI, por sus siglas en inglés).
Posible integración en la BRI
De los 33 países que conforman la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), 21 son miembros de la BRI. Sin embargo, cabe destacar que adherirse a la BRI no es un prerrequisito para tener un relacionamiento cercano con China. Brasil, por ejemplo, goza de cercanía política con Pekín, una robusta relación económica y también es miembro junto a China del bloque de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
De acuerdo con las autoridades chinas, la iniciativa busca fortalecer los lazos económicos con países de todo el mundo, aunque con especial énfasis en el Sur Global. A través de ella, China ha financiado e invertido en múltiples proyectos de infraestructura en Latinoamérica, como carreteras, proyectos ferroviarios y puertos. Estos proyectos no se limitan al desarrollo económico, sino que también buscan extender la influencia de China en la región.
Según medios colombianos, no se prevé que se formalice la integración de Colombia a la BRI durante la visita de Petro de esta semana, sino que el trato probablemente se firme en 2024 durante otro viaje más largo de Petro a China. Además, el presidente colombiano arriba a Pekín justo una semana después del cierre del foro BRI celebrado en la misma ciudad, evento en el que participaron otros jefes de estado latinoamericanos como Alberto Fernández y Gabriel Boric.
La entrada de Colombia a la BRI ya fue un objetivo del predecesor de Petro, el expresidente Iván Duque, pero la iniciativa pasó a segundo plano debido a la pandemia del Covid-19.
También se espera que hablen sobre la posibilidad de entablar acuerdos comerciales que podrían abarcar sectores como la energía, la agricultura y la tecnología. Asimismo, el aspecto diplomático del viaje pretende fomentar la cooperación en diversas cuestiones internacionales.
Estas conversaciones tienen el potencial de generar resultados sustanciales. La expansión de las relaciones comerciales podría beneficiar significativamente la economía de Colombia, mientras que las inversiones en infraestructura podrían fortalecer la conectividad y el desarrollo del país.
Para Colombia, esta visita diplomática es de gran importancia. En primer lugar, es una oportunidad para reforzar la presencia de Colombia en Asia, una región que históricamente no ha figurado en la política exterior colombiana. Asimismo, el profundizar los lazos con una potencia global como China puede elevar el estatus de Colombia en el ámbito internacional, todos elementos que han estado en la agenda internacional del presidente Petro.
Visita con expectativa
Desde el punto de vista económico, Colombia tiene mucho que ganar de una mayor cooperación con China, abriendo nuevas vías para el comercio, la inversión y la creación de empleo. La visita de Petro podría ser un trampolín para diversificar el panorama económico de Colombia y reducir su dependencia de socios tradicionales.
Si bien el enfoque inmediato se centra en el comercio y la infraestructura, existe un horizonte más amplio de colaboración. Energía, tecnología y desarrollo sostenible podrían ser áreas de futura cooperación, creando una situación beneficiosa para ambas naciones.
Sin embargo, Colombia no ha dado señales de haber desarrollado una política exterior que sirva de fundamento para tratar con China. Ello es algo característico de la mayoría de los países latinoamericanos. De igual forma, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia tampoco cuenta con un personal capacitado para tratar con Pekín. Dado el relacionamiento asimétrico entre una potencia como China y cualquier país de la región latinoamericana, la falta de estrategía y planeación pueden conllevar consecuencias negativas como la desindustrialización, dependencia económica, desequilibrio comercial, entre otros.
Dada la actual coyuntura, una cosa queda clara. Independientemente de los acuerdos que devengan de la visita de Petro a China, de la eventual membresía de Colombia a la BRI, o de la preparación de Colombia, todo indica que la relación sino colombiana continuará su trayectoria de crecimiento.