Venezuela, la puerta giratoria de los negocios chinos en América Latina (II)

Casi un centenar de empresas chinas han hecho vida económica en 21 regiones de Venezuela en el siglo XXI. Pero la inyección inédita de fondos del país asiático no se tradujo en proyectos eficaces. Al menos 25% de las obras derivadas de dos fondos milmillonarios binacionales, pactados por los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro con China entre 2008 y 2015, tienen estatus de “fase inicial” o “en ejecución”. Las relaciones económicas sino venezolanas se enfriaron esencialmente por falta de pagos. Investigadores de Instituto Kiel para la Economía Mundial advierten que la mitad del dinero prestado por China en los últimos años está “oculto”. Esos mecanismos opacos de créditos chinos pueden boicotear, tanto en el presente como en el futuro, la resolución de la crisis en países endeudados, como Venezuela.

Venezuela, la puerta giratoria de los negocios chinos en América Latina (I)

Venezuela, un país de 30 millones de habitantes, alejado casi 14.000 kilómetros de su benefactor asiático, recibió más recursos chinos que ninguna otra nación en el mundo entre 2000 y 2014. Sus potencialidades energéticas, centradas en la hasta entonces millonaria producción de petróleo, así como las pretensiones nacionalistas de un nuevo modelo político venezolano, congruentes con los cambios operados desde el Partido Comunista chino en su estrategia de negocios, fueron la bisagra de los nexos entre ambas naciones. La opacidad marcó la firma de casi 500 acuerdos. Esta es la primera de dos entregas de una amplia investigación periodística sobre la estrategia de préstamos y negocios pactados por los gobiernos de Hugo Chávez, entre 1999 y 2013, y Nicolás Maduro, esencialmente hasta 2016, cuando la relación se enfrió por falta de pagos y la escasa eficacia de los proyectos acordados con empresas de China en el país.