Las promesas sobre la fábrica de autobuses Yutong se cobraban como si se cumplieran

Una revisión de documentos oficiales muestran que en el marco del Fondo Chino-Venezolano se realizaron, al menos, 19 proyectos de transporte, de los que uno, el de una fábrica de autobuses en el estado Yaracuy que produciría 3600  vehículos al año y sería “la más grande de América Latina”, se volvió sumidero de más de 400 millones de dólares. Apenas se completó una fase en un galpón que hoy sirve prácticamente como un taller mecánico.  

Sus fracasos en la industria del aluminio en Venezuela son el aval de su megaproyecto en Colombia

Un abogado venezolano, Carlos Santiago DaSilva, se acercó a la industria transformadora del metal en Guayana como asesor de una empresa china, Chalieco, contratada por la República para devolver la prosperidad a las empresas estatales Alcasa y Venalum. Quien prosperó fue el asesor que, decidido a ser juez y parte, compró y creó empresas en el mismo sector que se suponía ayudaba a revitalizar, regado con abundante dinero de Beijing. Ninguno de esos proyectos cuajó, pero Santiago ahora reaparece promoviendo un megaproyecto industrial en Colombia.

Carbón venezolano, una puerta fallida que Maduro le abrió a China

Hugo Chávez heredó un control total del carbón a su “delfín” Nicolás Maduro, quien tras asumir el mando contravino lineamientos ecológicos de su mentor y entregó concesiones a tres empresas chinas en Venezuela entre 2015 y 2017 para explorar y producir la codiciada riqueza de las minas del Guasare, en Zulia.

Venezuela se colma de deudas y violaciones laborales «made in China»

La relación bilateral con China prometió hacer de Venezuela una potencia latinoamericana. Dos décadas, 468 acuerdos y más de 67 mil millones de dólares después, muestran cómo los convenios con uno de los principales aliados del chavismo, pusieron al país en desventaja. Una relación que terminó por favorecer al gigante de Asia y dejó a Venezuela con una fuerza laboral vulnerable, deudas mil millonarias y obras hechas, a lo sumo, a la mitad.

Venezuela, la puerta giratoria de los negocios chinos en América Latina (II)

Casi un centenar de empresas chinas han hecho vida económica en 21 regiones de Venezuela en el siglo XXI. Pero la inyección inédita de fondos del país asiático no se tradujo en proyectos eficaces. Al menos 25% de las obras derivadas de dos fondos milmillonarios binacionales, pactados por los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro con China entre 2008 y 2015, tienen estatus de “fase inicial” o “en ejecución”. Las relaciones económicas sino venezolanas se enfriaron esencialmente por falta de pagos. Investigadores de Instituto Kiel para la Economía Mundial advierten que la mitad del dinero prestado por China en los últimos años está “oculto”. Esos mecanismos opacos de créditos chinos pueden boicotear, tanto en el presente como en el futuro, la resolución de la crisis en países endeudados, como Venezuela.

Venezuela, la puerta giratoria de los negocios chinos en América Latina (I)

Venezuela, un país de 30 millones de habitantes, alejado casi 14.000 kilómetros de su benefactor asiático, recibió más recursos chinos que ninguna otra nación en el mundo entre 2000 y 2014. Sus potencialidades energéticas, centradas en la hasta entonces millonaria producción de petróleo, así como las pretensiones nacionalistas de un nuevo modelo político venezolano, congruentes con los cambios operados desde el Partido Comunista chino en su estrategia de negocios, fueron la bisagra de los nexos entre ambas naciones. La opacidad marcó la firma de casi 500 acuerdos. Esta es la primera de dos entregas de una amplia investigación periodística sobre la estrategia de préstamos y negocios pactados por los gobiernos de Hugo Chávez, entre 1999 y 2013, y Nicolás Maduro, esencialmente hasta 2016, cuando la relación se enfrió por falta de pagos y la escasa eficacia de los proyectos acordados con empresas de China en el país.

China duplica a EEUU en ayudas a Latinoamérica durante la pandemia y amplía sus inversiones

La parálisis global provocada por el covid-19 tiene a la economía mundial en crisis. En medio de la adversidad, China ha afianzado la exportación de sus capitales hacia países en América Latina a través de lo que analistas llaman la “diplomacia de mascarilla”. Las donaciones de insumos médicos a la región, que supera los US$380 millones, ha sido el instrumento de esta nueva fase de su expansión que, apalancados en algunos casos en el guanxi (关系), planifica a futuro la expansión y pugna por la primacía mundial para cuando merme la crisis.