Casi un centenar de empresas chinas han hecho vida económica en 21 regiones de Venezuela en el siglo XXI. Pero la inyección inédita de fondos del país asiático no se tradujo en proyectos eficaces. Al menos 25% de las obras derivadas de dos fondos milmillonarios binacionales, pactados por los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro con China entre 2008 y 2015, tienen estatus de “fase inicial” o “en ejecución”. Las relaciones económicas sino venezolanas se enfriaron esencialmente por falta de pagos. Investigadores de Instituto Kiel para la Economía Mundial advierten que la mitad del dinero prestado por China en los últimos años está “oculto”. Esos mecanismos opacos de créditos chinos pueden boicotear, tanto en el presente como en el futuro, la resolución de la crisis en países endeudados, como Venezuela.